La importancia del núcleo o HDF en el Suelo Laminado

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Aunque los elementos o materiales que componen los suelos laminados del mercado son similares, la diferencia de calidad en el producto final está, en gran parte, en las características de los siguientes componentes.

El suelo laminado está compuesto por varios elementos; overlay, papel decorativo, HDF y Kraft.

Aunque los elementos o materiales que componen los suelos laminados del mercado son similares, la diferencia de calidad en el producto final está, en gran parte, en las características de estos componentes.

Cada uno de estos materiales tiene una función en la vida en servicio del suelo laminado. El tablero o HDF es fundamental para tener un suelo estable y duradero.

Los suelos FAUS utilizan tablero hidrófugo de alta densidad. Estas características son fundamentales por dos motivos:

  1. Resistencia del lock: Para mantener las juntas siempre como el primer día es necesario disponer de un sistema de anclaje lock como el de FAUS, mecanizado sobre un tablero que nos asegure una alta resistencia a la tracción.
  2. Resistencia a la humedad: La capacidad hidrófuga del tablero favorecerá la resistencia de las juntas, ya que, cuando hay filtraciones superficiales de agua, son éstas las más afectadas, y a través de las mismas se introduce la humedad. Manteniendo las juntas cerradas y evitando la penetración de la humedad se facilita el secado de cualquier derrame accidental y se alarga la vida del producto. Por el contrario, un tablero de menor capacidad hidrófuga se hincha fácilmente y se inicia el proceso de deterioro de la junta.

No obstante, las humedades más dañinas son las provenientes del subsuelo. Hay que tener en cuenta que estas humedades normalmente no son visibles y pueden permanecer mucho tiempo deteriorando de forma irreversible la instalación. Para prevenir el daño de estas humedades es imprescindible elegir unos materiales adecuados que nos aíslen del subsuelo. Es lo que se conoce como underlay y que se ha tratado en anteriormente en este blog. Recordemos los puntos a destacar:

  • Utilizar espumas que no absorban la humedad. Primero hay que depositar unas gotas de agua sobre la misma y comprobar que, en un par de horas, no se ha empapado la espuma.
  • Extender un plástico o film que actúe como barrera de vapor. Este plástico evitará que la humedad del subsuelo llegue a las lamas de suelo laminado.
  • Solapar el plástico o film unos 10 cm y sellar con precinto, elevar el plástico unos centímetros por las paredes para cerrar todo el perímetro contra la humedad. Este perímetro será cubierto posteriormente por el zócalo.

La bobina de espuma de FAUS incorpora la barrera de vapor o antihumedad y el film de plástico adherido a la espuma. Este underlay proporciona un excelente aislamiento térmico y acústico.

Valores Faus

Seguridad

Calidad

Pasión

Personas

Confianza

Efectividad

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